Si tienes un sueño que quieres cumplir ve y hazlo. Muévete. Busca esa inspiración que guíe tus pasos y te permita luchar a más no poder por aquello que anhelas. No te agobies ni te rindas si las cosas se ponen complicadas, pues, la vida es casi tan parecida como andar en bicicleta: jamás aprenderás ni llegarás a tu meta si no caes un par de veces. Y es necesario aprender. Y es necesario caer. Y es necesario haber llorado y fracasado para entender cuál es el camino para ser feliz. Y, créeme, cuando logres ese objetivo y comiences a sonreír, valorarás más todo lo que has alcanzado.